lunes, 21 de marzo de 2011

¿A QUIÉN LE IMPORTA?


En las anteriores entradas centré mi crítica en los medios de comunicación convencionales, sobre todo la televisión y la prensa. Sin embargo, parece que he dejado de lado los medios emergentes que tan de moda están en nuestros días. Quizá es que en Internet no se puede hablar tanto de la labor periodística, pues cualquiera puede abrir un blog o comentar en twitter, sin embargo, como medios de comunicación seguidos por grandes masas de población, es preciso hacerles una mención en alguna de mis entradas.
Hoy es el 5º cumpleaños de Twitter, acontecimiento que ha sido mencionado en clase. Mientras el profesor nos puso un vídeo acerca del funcionamiento de esta red social, que hoy en día constituye un verdadero medio de comunicación de masas, me di cuenta de algo: esta red se creó para acercar a las personas entre sí y permitirles saber qué estaban haciendo sus conocidos en cualquier momento del día. En 140 caracteres se puede twittear lo que estás haciendo o lo que se te ocurre a cada momento para que tus contactos lo lean. Este modo de acercamiento personal evolucionó y muchos periodistas o medios digitales comenzaron a valerse de esta red social para difundir las noticias que ocurrían a cada instante. Por ello se convirtió en un verdadero medio de comunicación de masas que daba las exclusivas más interesantes.
Mientras veía ese vídeo ilustrativo vino a mi cabeza una pregunta: ¿es necesario publicar a cada momento lo que uno está haciendo? ¿Verdaderamente ayuda a crear un lazo de unión más fuerte entre mi amigo y yo el hecho de que sepa qué hago a cada hora del día? Junto a un gran número de tweets muy interesantes cargados de información que determinadas personas escriben, encontramos millones de otros que tan solo se limitan a informar de la hora a la que un famoso se echa la siesta o del curso de la clase de lengua un lunes a primera hora en el aula de al lado.
¿Verdaderamente este segundo tipo de información, que ocupa la mayoría de las redes sociales, es de un interés digno de estar colgado en la red? ¿A quién le importa si Santiago segura, por poner el primer ejemplo que se me ocurre, se va a dormir la siesta o a comerse un bocadillo?
La estructura misma de este tipo de red social fomenta la falta de contenido de los tweets, pues en 140 caracteres es difícil aportar una información relevante, ya que cuando intentas escribir algo consistente se te acaban las letras permitidas. Si por lo menos permitieran una mayor extensión, quizá la información intercambiada sería de una mayor relevancia, pero bueno, para eso ya están los blogs. Sin embargo, estos no logran obtener ni la mitad del éxito que consiguen determinados tweets.
El otro día estaba escuchando la radio y en una  llamada a un anónimo se oyó la frase “sois unas guarras”, bueno, pues minutos más tarde esa vulgar frase pasó a formar parte de los trending topics. ¿A la gente verdaderamente le gusta conocer ese tipo de informaciones? Parece que sí, pues junto a numerosos tweets que tratan sobre el desastre de Japón o la guerra del norte de África, que sí que contribuyen a la formación de los internautas, encontramos otros muchos tweets que carecen de relevancia alguna pero que consiguen una gran popularidad a costa de fomentar el mero cotilleo por saber qué hacen otros.
Como vemos, la decadencia en la información que aparece en los medios tradicionales no solo se queda en ellos, sino que se está extendiendo cual pandemia allá por donde puede. Hay que buscar una cura a este mal ya.

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